domingo, 15 de abril de 2012

Un verso desordenado que de pronto encuentra su sitio.

Tengo un amigo que tiene un programa en el móvil que cuando pasa un avión, lo enfoca y el GPS calcula su posición y la del avión y le dice en qué ciudad aterrizará y si va con retraso. Y el otro día pensé que sería bonito poder enfocar a los desconocidos y poder saber qué sienten, cuáles son los sueños que no han cumplido, si llevan mucho retraso en lograrlos, qué les emociona, qué les da miedo, como puedes ayudarles…

Pero quizá, lo mejor, es que eso es imposible, porque todas estas cosas tan sólo las sabe uno mismo y las almas gemelas que él decide poseer…

Así que creo que estaría bien hacernos una camiseta que proclamase: “No creáis que jugáis con mis miedos. No los conocéis, ni a ellos ni a mí.”


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