sábado, 27 de abril de 2013

La hora de los gigantes.





Los dos habían dado la vuelta al mundo, pero en direcciones opuestas. Y, cuando sus espaldas se encontraron, supieron que el viaje había terminado.
Lo intenta. 

domingo, 17 de febrero de 2013

Prefiero lo sencillo.






¿Sabes? Uno puede ver la vida sembrada de dificultades que evitar, o como un vasto terreno de juego que ofrece en cada rincón una experiencia enriquecedora que llevarse.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Suicidas a domicilio.

"Quién no ha subido nunca a la cornisa de las cosas imposibles. Quién no ha palpado jamás el vacío de un por qué no. Quién no ha sentido el precipicio de las cosas que algún día juró no hacer. Quién no se ha visto en el espejo de un me da miedo, de un ya nos veremos, de un quédate hoy. Que levanten la mano y escondan la piedra. Que madruguen si les ayuda, que dios les pille confesaos.

Estas letras miopes sobre líneas retorcidas quieren rendir mi humilde homenaje a todos aquellos que alguna vez se han dejado la piel por dejarse llevar, a todos los que mandaron su razón a la mierda y lo hicieron de todo corazón, a los que ya no encuentran porque se lo han buscado, a los que prefieren vivir de esta manera antes que irse muriendo de cualquier otra, a los que eligen desterrarse de toda estabilidad y exiliarse de cualquier cosa parecida a la comodidad. Hedonistas por encargo, suicidas a domicilio, inquietos por vocación. Un olé para todos y cada uno de ellos. Un aplauso de parte de cada uno de mis poros.

A estos inadaptados emocionales sólo les mueve lo que realmente les mueve, sólo lo sienten si no se les hace sentir. Rechazan la continuidad como valor supremo y absoluto, absurda ley que postula que las cosas, con el tiempo, no hacen más que mejorar, enriquecerse y madurar.
Y eso, para los que hacen negocio vendiéndonos un futuro mejor, resulta particularmente incómodo. Iglesia, Estado y grandes corporaciones se enriquecen a base de endiñarnos un mañana muchísimo más prometedor que este ahora, el único que realmente nos pertenece. De ahí que haya que sedarnos con mentiras tan vendibles y eternas como sacrificio, esfuerzo, inversión, pensiones y vida eterna. El sudor de tu frente, el valor del contribuyente, porque tú lo vales. Toma, tú vete haciendo tus insignificantes planes para ser feliz el día de mañana, no se te vaya a ocurrir intentarlo a día de hoy, que eso no computa, no cotiza y lo que es peor, no renta.

Malos tiempos para ser incoherente, impulsivo, espontáneo. No es muy madura eso de llevarse la contraria a uno mismo. No queda bien intuir en lugar de razonar. No parece inteligente tener corazonadas y sentir en consecuencia. Siempre aparece una Wendy Pan dispuesta a recordarte que igual Nunca Jamás valió la pena. Siempre hay una mirada condescendiente deseándote suerte... otra vez.

Pues mira, tú haz lo que quieras, pero yo me niego. Me niego a que conceptos como pasión, taquicardia y enamoramiento, estén mal vistos sólo por efímeros, transitorios o coyunturales. Me niego a creerme que los que renuncian a ellos y duran mucho tiempo son más felices, ríen más y sufren menos. Que tanto descalabro sentimental a nuestro alrededor igual es síntoma de que hay algo que no funciona. Que el que no engaña, está a punto de hacerlo, y el que no, es porque le da pereza, y que Barbie hace tanto tiempo ya que no lo hace con Ken que hasta se le olvida de fabricarse con vagina.

Como alguien escribió alguna vez, cuando habla el corazón es de mala educación que la razón la contradiga. Y de muy mal  gusto, añadiría."


Risto Mejide

sábado, 20 de octubre de 2012

Lo poco que sé de la vida.

"Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.
Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea.
Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien.El día que dejes de decidir, ese día... Cuidado, porque la habrás palmado un poco. Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.
Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miran mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierte, pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un sólo día trabajando únicamente por dinero.
Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus "yo nunca", tus "yo qué va". Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas, y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos.
Dos emociones inútiles asociadas al pasado: arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro: la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Que más... Ah, sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los treinta, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.
Para terminar, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón."

Risto Mejide

domingo, 2 de septiembre de 2012

Lo mejor está por llegar.


Próxima parada: Monza. Avanti Fer. 

domingo, 5 de agosto de 2012

Happiness.

"Tenéis que meter en vuestra vida la alegría. Esa es la medicina. No la tienen en ningún hospital ni en ninguna clínica de cirugía estética. Sólo la tienes tú. Sácala de dentro y compártela con los demás. Verás como todo mejora."

Pablo Motos

martes, 3 de julio de 2012

El arte de conducir bajo la lluvia.

La muerte de Ayrton Senna no fue inevitable. Podría haberse salvado. Pensé en el circuito de Grand Prix de la ciudad de Imola. En la curva Tamburello.
El día anterior a la carrera, un sábado, Rubens Barrichello, amigo y protegido de Senna, resultó gravemente herido en un accidente. Otro piloto, Roland Ratzenberger, murió durante un entrenamiento. A Senna le preocupaban mucho las condiciones de seguridad de la pista. Se pasó la mañana del domingo, día de la carrera, reunido con otros pilotos para organizar un grupo dedicado a la seguridad de los competidores. Fue elegido jefe de ese grupo.


Dicen que tenía sentimientos ambiguos sobre aquella carrera, el Gran Premio de San Marino, que esa mañana de domingo consideró seriamente la posibilidad de poner fin a su carrera de piloto. Estuvo a punto de hacerlo. De salvarse.
Pero no lo hizo. Ese fatídico primer día de mayo de 1994, corrió. Y cuando entró en la célebre curva de Tamburello, curva conocida por su peligrosidad, su máquina se descontroló y se estrelló a casi trescientos kilómetros por hora contra la barrera de cemento. Una pieza de la suspensión que perforó su casco lo mató de forma instantánea.
O murió en el helicóptero que lo llevaba al hospital. O murió en la pista, cuando lo sacaron de entre los restos de su coche. La muerte de Ayrton Senna es tan enigmática como su vida. 


La controversia sobre su muerte sigue vigente hasta hoy. La filmación tomada desde el interior del coche desapareció misteriosamente. Los relatos sobre su muerte difieren. La política de la Federación Internacional de Automovilismo tuvo algo que ver. Es cierto que, en Italia, si un corredor muere en la pista, su muerte es investigada de inmediato y la carrera se detiene. También es cierto que, si la carrera se detiene, la FIA, sus patrocinadores, la televisión, etcétera, pierden millones de dólares. Sus intereses se ven afectados. Pero si el piloto, por ejemplo, muere en el helicóptero, camino del hospital, la carrera puede continuar.
Y es cierto que Sidney Watkins, el primer hombre que llegó donde estaba Senna después del accidente, dijo: "Lo sacamos de la cabina y lo acostamos en el suelo. Cuando lo hicimos, suspiró y, aunque soy totalmente agnóstico, sentí que su alma partía en ese preciso instante."


¿Cuál es la verdad acerca de la muerte de Ayrton Senna, que sólo tenía treinta y cuatro años? La conozco, y te la contaré ahora:
Era admirado, amado, festejado, honrado, respetado. En la vida y en la muerte. Fue un grande. Es un grande. Será un grande.
Murió ese día porque su cuerpo ya había cumplido con su propósito. Su alma hizo lo que vino a hacer, aprendió lo que debía aprender, así que estaba en libertad de marcharse. 

Garth Stein




jueves, 28 de junio de 2012

Aleph.

"El día que nos conocimos tuve la certeza de que ya la conocía desde que nací. Yo ya sabía que éramos como las nubes, que se unen en el cielo y ya no es posible decir dónde empieza una y dónde acaba la otra."

Paulo Coelho

viernes, 25 de mayo de 2012

One day I'll fly away.





Tenía ganas de sentarse en la acera y ponerse a llorar. Como cuando a uno se le olvidaron las llaves de su casa  y permanece durante media hora o una hora sin que nadie aparezca, ningún vecino, nadie. Y está uno allí, a la puerta, deseando como nunca la cama y la tranquilidad del libro conocido y la luz conocida. Y está uno cerca, pero no puede llegar, y recuerda dónde están los interruptores y el hueco que se forma en la almohada después de haber dormido, y la leve mancha de humedad del techo, y cómo dejó sobre la mesa el paquete de cigarrillos empezado. Y no puede llegar a todo eso, de lo que sólo una puerta lo separa. No tiene la llave, se ha olvidado la llave. O se ha perdido la llave. Y es preciso que otro venga a abrirnos. Y no viene. Y le anhelamos esperando contra casi toda esperanza, en medio de la noche tan grande. Y no viene. Y quizá no venga nunca.

sábado, 5 de mayo de 2012

No te desvincules de algunos lugares y costumbres.


A veces estamos tan obsesionados por encontrar nuestro final feliz, que nos olvidamos de leer las señales. Las señales que diferencian a los que nos quieren de los que no, a  los que se quedarán de los que se irán.